En el oscuro y frío airón
los recuerdos nadan versos.
En el profundo airón
los refugios y los miedos,
flotan en el airón,
y en el fondo del espejo.
La frase del día
El hombre puede vivir unos cuarenta días sin comida, unos tres días sin agua, unos ocho minutos sin aire, pero sólo un segundo sin esperanza.” —
martes, 15 de octubre de 2013
viernes, 2 de agosto de 2013
MUSA DEL INSOMNIO
A la luna plateada
que en mi noche hoy no brilla.
Que con Venus aún se junta
y se transforma en mirada.
A la sombra de la duna,
altiva y solitaria,
que conjura las estrellas
y de todas, solo una.
Al frescor de una caricia
cuando aún no ha sido dada,
cuando aún no tiene magia,
cuando se encuentra en puericia.
Al dolor de beso amigo,
a la duda que lo asombra.
A su efecto cotidiano
a su calor y su abrigo
A la espuria no nacida,
temor y dolor vacío,
polvo y niebla y la nada,
les consagro yo mi vida.
jueves, 11 de julio de 2013
LA AMANTE PERFECTA
Resulta evidente decir que, merced a
internet, las relaciones han cambiado. De los antiguos noviazgos por
carta, esos que alguna vecina, amiga, abuela,etc... nos han contado,
solo queda el dolor y la dificultad lógica de quien tiene al ser
amado lejos; porque eso no ha cambiado: se tienen más medios, más
formas de verse incluso, pero el pesar sigue siendo el mismo. Lo
mismo ha sucedido con todas las relaciones humanas que pueblan el
universo de nuestro interior: desde las laborales hasta las más
íntimas, todas se han visto por todas las formas de comunicación de
las que ahora disponemos, hasta llegar a dar incluso lugar a nuevas,
que siempre son apellidadas “virtuales”. Y estas han nacido
intentando suplir una de las carencias del ser humano más común y
extendida sin distinciones de nacionalidad, sexo o religión: la
soledad. Mucha gente con este tipo de problema ha corrido a
esconderse de una pantalla, llegándose esta a convertir en un modus
vivendi y completando un círculo de dependencia pernicioso para el
desarrollo de cualquier persona. Hace no mucho tiempo, yo fui una de
esas personas. En un momento delicado de mi vida, convertí la
pantalla en mi salvavidas: fueron unos tiempos convulsos. Lo cierto
es que todo aquello me ayudó mucho y saqué muy buenas amistades de
ello; pero con un denominador común: en todas ellas traspasé el
muro de píxeles para entablar una relación personal. Internet fue
el punto de inicio, pero lo refrendé con el contacto personal.
De todo lo anteriormente dicho extraje
una conclusión: si no hay amistad más allá de la pantalla, la
relación no es nada. “Te quiero mucho”, “te conozco desde hace
dos mil post, pero te quiero mucho” “te doy a todos los me gusta,
los +1 y por eso te quiero un montón” ¡Y encima hasta hay quien
llega a creerlo!. Hay gente que monta un castillo sobre ello sin
saber que es uno de arena. En innumerables ocasiones, llegan incluso
a aislarse, a dejar la realidad por esa virtualidad o hasta mentir a
los que quieren con tal de continuar elevando las almenas de ese
torreón imaginario. Y ese es el momento en que se debe tomar la
decisión de continuar así o de ir cambiando pequeñas cosas para
conseguir subvertir la situación y volver a tomar las riendas del
mundo en el que de verdad se mueven. Y deben decidir lo más rápido
posible, porque ese es el momento exacto en el que comienza un camino
sin retorno con realidades fingidas y relaciones en concordancia.
Internet puede ser un magnífico punto de partida, pero no se puede
convertir en el todo, o te verás irremisiblemente reducido a la
nada, cuando llegues a creerte a pie juntillas que los doscientos
ochenta y cuatro amigos del facebook son realmente eso: amigos.
Yo nunca fui de tener demasiados
amigos en las redes sociales, y así me sigo manteniendo. Intento,
eso sí, ser selectivo y agrupar en mis sitios a los amigos con los
que de verdad mantengo algún tipo de relación fuera de la red, en
un intento de darle verosimilitud a los sentimientos que se muestran
en cada mensaje, post, me gusta, +1 o cualquier otra forma de
interrelación. Y ahora puedo decir que realmente tengo a mi lado a
los que quiero y me quieren, no a los que me comentan lo genial que
soy. A lo largo de mi vida, normalmente por relaciones sentimentales
(casi exclusivamente por la primera y más perniciosa de ellas), he
ido perdiendo muchos amigos por el camino. Ha sido una larga y dura
criba en la que pienso que han quedado los mejores. En los peores
momentos, siempre me han acogido; me han dado de fumar cuando sabían
que recogía colillas por la calle, de comer cuando les constaba que
el mejor de los días solo comía una vez porque no tenía para más;
me han dado cariño y grandes lecciones de lealtad y de amistad, de
esas que nunca olvidaré. Lejos de sentirme avergonzado y callarme
que haya llegado a tales extremos, lo digo con dignidad y orgullo,
por la fortaleza de la que he hecho gala para salir adelante y por
la suerte que he tenido por contar con personas como ellos: personas
de esas que te dan un like, pero que después te llaman para que
recojas un plato caliente y lo hacen con el tacto necesario para no
herir jamás tu sensibilidad ni tu orgullo. Esos, perdonadme, no
pueden ser los mismos que te dicen lo mucho que te quieren y te ven
en el mejor de los casos una vez al año, o se pasan tiempo sin
llamarte por no tener tiempo, aunque luego los veas conectados
siempre que apareces por las redes.
Iniciar un camino como el que yo hice
hace tiempo no es nada fácil, ya que siempre hay un precio que
pagar, como todas las cosas de esta vida. En este caso, el peaje que
debes abonar no es otro que el de los momentos de soledad. Todos
llevamos una vida más o menos frenética, lo que hace que hayan
determinados momentos en los que no puedes encontrar a alguien, no
porque ellos no acudan si los necesitas, si no por la sencilla razón
de que hay muchos instantes en los que no quieres sacarles de sus
quehaceres cotidianos, lo que te lleva invariablemente a esas noches
solitarias, en las que necesitarías un abrazo que al final nunca
resulta ser recibido. Se cambian lágrimas calladas y solitarias por
abrazos cálidos de regazo amigo, todo con un simple fin: no
preocupar. Además, si a esto le unes multitud de cicatrices que
cruzan cara, cuello, torso, corazón, alma... el resultado es
invariablemente esas noches en las que he silenciado sentimientos
ayudado por la amante perfecta. He coqueteado más de una vez con
ella al filo de la medianoche; he mirado con deseo su invitación,
saboreado cada uno de los besos que me ha dado, para ser rechazado
después, postergando nuestro final encuentro para un día más
apropiado, en el que solo se escuche en la habitación el eco de los
latidos de mi corazón cansado. Y tengo que deciros que no he dejado
de mirarla, de ver sus ojos oscuros que me invitan a las vez que me
dicen “espera”. No temo el momento, ni el lugar que decida, ni la
forma o el modo de verla: solo me mantiene con una natural angustia
la espera. Quizás valga la pena cruzar el umbral, solo a cambio de
reposo; un descanso que busco y anhelo cansado como estoy de tanta
lucha.
miércoles, 12 de junio de 2013
REFLEXIÓN DESCARNADA
El otro día, leyendo cosas, encontré este texto de Paulo Coelho. En principio me pareció terrible, por lo descarnado de lo que dice, pero es tan bella la reflexión que he decidido ponerlo en el blog. Quizás sea cierta o quizás no: eso os toca decidirlo a todos y cada uno de los que leais estas palabras.
DUENDE SATÍRICO
DOS AMORES (por Paulo Coelho)
DUENDE SATÍRICO
DOS AMORES (por Paulo Coelho)
“
Dicen que a lo largo de nuestra vida tenemos dos grandes amores; uno con el que te casas o vives para siempre, puede que el padre o la madre de tus hijos... Esa persona con la que consigues la compenetracion maxima para estar el resto de tu vida junto a ella...
Y dicen que hay un segundo gran amor, una persona que perderas para siempre. Alguien con quien naciste conectado, tan conectado ... que las fuerzas de la quimica escapan a la razon y les impediran,siempre, alcanzar un final feliz. Hasta que cierto dia dejaras de intentarlo, Te rendiras y buscaras a esa otra persona que acabaras encontrando.
Pero te aseguro que no pasaras una sola noche, sin necesitar otro beso suyo, o tan siquiera discutir una vez mas...
Todos saben de qué estoy hablando,por que mientras estan leyendo esto,se les a venido su nombre a la cabeza,te libraras de el o de ella dejaras de sufrir,conseguiras encontrar la paz(la sustituiras por la calma)pero te aseguro que no pasara un dia en que desees que este aqui para perturbarte.
Porque a veces se desprende mas energia discutiendo con alguien que amas que haciendo el amor con alguien a quien aprecias. ”
Dicen que a lo largo de nuestra vida tenemos dos grandes amores; uno con el que te casas o vives para siempre, puede que el padre o la madre de tus hijos... Esa persona con la que consigues la compenetracion maxima para estar el resto de tu vida junto a ella...
Y dicen que hay un segundo gran amor, una persona que perderas para siempre. Alguien con quien naciste conectado, tan conectado ... que las fuerzas de la quimica escapan a la razon y les impediran,siempre, alcanzar un final feliz. Hasta que cierto dia dejaras de intentarlo, Te rendiras y buscaras a esa otra persona que acabaras encontrando.
Pero te aseguro que no pasaras una sola noche, sin necesitar otro beso suyo, o tan siquiera discutir una vez mas...
Todos saben de qué estoy hablando,por que mientras estan leyendo esto,se les a venido su nombre a la cabeza,te libraras de el o de ella dejaras de sufrir,conseguiras encontrar la paz(la sustituiras por la calma)pero te aseguro que no pasara un dia en que desees que este aqui para perturbarte.
Porque a veces se desprende mas energia discutiendo con alguien que amas que haciendo el amor con alguien a quien aprecias. ”
sábado, 25 de mayo de 2013
SIN PALABRAS
Solo puedo agradeceros todos estos años de visitas. Sé que habrá mucha gente que piense que no son muchas, pero todas para mí son importantes. Y para un humilde escribidor como yo, más aún. Así que gracias de todo corazón por esas ya más de siete mil visitas. Son demasiadas quizás para lo que me merezco, pero os aseguro que nunca más agradecidas. Ya sabeis que llevo algún tiempo sin poner entradas por los problemas que he tenido que afrontar en estos últimos meses. Eso hace que el apoyo que me dais sea más importante.
DUENDE SATÍRICO
DUENDE SATÍRICO
sábado, 19 de enero de 2013
Escritos desesperados
Los momentos
de tristeza y soledad dicen que suelen ser los más proclives para escribir y,
es posible que sea así, pero no es menos cierto que cuando se suele escribir
así, la tinta suele ser muy negra, y su sabor amargo, quizás no más que otras
veces, pero en verdad lo parece. Dicen los que conocieron a Kafka que era este
su estado natural y, creo que puede ser el caso más paradigmático de ello:
todos los relatos que he leído de él tienen esa curva descendente que va de la
euforia al pesimismo más absoluto. Igual que su vida, que siguió el mismo camino
para terminar suicidándose. Son muchos los ejemplos que podrían ilustrar esto
que digo y es por eso que, cuando estoy en un estado de angustia, todo lo que
escribo suelo dejarlo para mí mismo. En infinidad de ocasiones, me he dedicado
a torcer versos sin que por ello me haya atrevido más que en una ocasión a
enseñarlos. El motivo, aparte de la intimidad es mi falta de acierto a la hora
de versificar. Tampoco quiero que penséis que no los publico por lo en ellos
expresado; es mas, si no los suelo mostrar es por la vergüenza que siento a la
hora de mostrar algo que, a mi entender, carece de calidad alguna. Unos y otros
forman parte de lo que llamo Escritos Desesperados, y que por una u otra razón
siguen en el cajón, lejos de la luz de otros ojos que no sean los propios.
Quizás, si pensase como lo haría al respecto el genial Borges, debería
elevarlos a la categoría de Diario, pero su falta de continuidad y su
atemporalidad, me conducen más a denominarlos picos y flecos de mi mente en
momentos de desesperación.
Jorge
Semprún, mi amado Semprún, siempre referente en mi modo de escribir, tardó más
de cuarenta años en poder escribir la que, para mí, es su obra cumbre y uno de
los pilares de mi vida y cosmovisión: “La escritura o la vida”. El motivo queda
claro en el título: era tan fuerte lo vivido que, si lo narraba, temía
terminar suicidándose como hizo Primo Levi. Es por ello que tuvo que esperar
cuatro décadas para comenzar a exorcizar fantasmas a golpe de pluma. Durante
todo ese tiempo, tuvo que luchar consigo mismo para refrenar ese ansia de
escribir sobre ello. Creo que todos los que gustamos del placer de escribir,
hemos sentido alguna vez algo parecido, pero en su prosa elegante y concisa,
puso voz a todos los que callamos por no saber expresarlo así. Es otro ejemplo
de escrito desesperado que luchó por salir y al final vio la luz.
Y hoy
quiero expresar en voz alta, y esto es lo más parecido a levantar la voz que yo
conozco, que hay muchas veces que el alma grita y explota en el océano blanco
de un folio; que necesito de estos escritos muchas veces para no volverme loco;
que el sufrimiento no aminora, pero estas torpes letras, carentes de calidad en
muchos casos, me ayudan a comprender y a comprenderme mejor. Y solo por esto,
creo que merece la pena escribir estas líneas, por y para aquellos que, como
yo, alguna vez hemos emborronado un folio, sin preocuparnos de si sale más o
menos bonito, con la simple pretensión de apaciguar un tanto un alma cansada,
dolorida, aterida y sola, en un rincón temblorosa, que se encuentra huyendo de miedos propios y
extraños que la alejan de ese lejano puerto que muchos llaman vida.
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